Una mujer al Sur del mundo se obsesiona con la idea de ser ella quien va a velar a Lucía Hiriart
Los velorios de la señora Lucía pdf
NO
QUEDAN FLORES SILVESTRES tampoco de
pl+ástico.
¿Cuánta
agua le quedará al planeta?
No
tengo idea pero aquí todavía queda.
Todos
los días digo mañana y nunca sé si va haber mañana.
Cuando
tenga que desenterrar a mis muertos pa volver a enterrarlos.
No
puedo pretender que vengan avisarnos que estamos por morirnos, tenemos que
vivir todos los días como si fuera el último. ¿O no? ¿y si fuera al revés? Si viviéramos
como si no hubiera muerte. ¿A qué peladero iremos a llegar? Voy a tener que
barrer todos estos peldaños. No sé cómo quedaron tantas colillas repartidas.
[Fragmento]