Las calles del pueblo son las líneas de mi mano.
Las exigencias no son pocas.
Si yo fuera Borges, este cuento ya se habría escrito.
Peros soy Contrario y camino sin contar las cuadras.
Haciendo como que me pierdo, hasta que me resulta.
Si yo fuera Borges, este cuento ya se habría escrito.
Peros soy Contrario y camino sin contar las cuadras.
Haciendo como que me pierdo, hasta que me resulta.
Pocas veces puede llegar a perderse uno en su pueblo.
Pocas.
Pocas.
Me perdí en el asiento de una micro sin movimiento.
Me perdí en el grito fértil de la tierra.
Me perdí en la lluvia resonante.
En el Sol póstumo del canto de un pájaro.
Me perdí en la banca de una plaza sin rejas.
Allí donde todo se resbala. Incluso la letra de la mano.
Y se desconocen.
A media mañana me perdí en el intestino.
Camino sin contar los pasos.
Queriendo perderme y me pierdo.
todos estos relatos transcurren en su ciudad natal.