Soy
el chivo blanco y negro que se cruza a la mitad del camino
la
comadre que ceba el mate
el
que camina a la orilla del río
el
agua deshielada
Soy
el mirador
el
buscador de historias
el
que saluda y no responden
el
contemplar de paisajes soy
Cae
la tarde en un rato
ya
no derrite
corre
la vertiente entre poleos
cae
fértil el sol germinante
Aún
vive la luz de la montaña
en
la punta
allá
arriba
Lo
que en un lado cae
se
asoma al oriente
Cuando
allá anochece
somos
amanecer
cuando
allá derriten
yo
congelo
mientras
te abrigas nos desnudamos
En
tu patio florece lo que aquí se marchita
soy
el abrigo desnudo la piel que encarnas
Somos
el grito del eco
la
piedra lanzada
el
pez burbujeante
Ese
poema lleno de personificaciones
soy
o quiero ser
la
línea inconclusa
el
poeta que no se acuerda
la
historia a medias
la
copucha por debajo de las piernas
la
mirada de reojos
el
silbido que no se escucha
Soy
la
mano que roza
la
parte por el todo soy
la
brisa que despierta
el
reloj atrasado
el
camino de piedras
la
hoja rebelde
la
inspiración cuando la tarde quiere caer
el
río que nunca deja de correr
lo que en el norte se
inunda
se quema en el sur